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miércoles, 13 de mayo de 2015

A veces les pido a las personas que se queden conmigo, solo porque se que al final se van a ir.

martes, 12 de mayo de 2015

La fea...

A que va este titulo, bien, voy a hablar de "la fea", esa es la chica que encuentro en el espejo a diario, contextura enana (1,48, para ser exactos), pelo amotado y amorfo, piel mate villerezco, piernas musculosas, como si fuese un jugador de fútbol, gordas y asquerosas, brazos flácidos, carece de culo y tetas dispares y asquerosamente caídas, una panza de ex-gorda fofa, dedos pequeños gordos y feos de admirar, una nariz en punta alta, y fosas nasales anchas, labios innecesariamente gruesos (y no, no me quedan tan bien como la tal Kelie Jenner), papada insacable, ojos negros horribles, y dientes deformes.
Esa es La Fea, la que veo en el espejo, en fotos, en cualquier reflejo, y me canso. Ya no la quiero ver mas, pero haga lo que haga sigue apareciendo, nunca se va, es eternamente mi compañía, por mas que me maquille, que adelgace, que busque formas de pasar desapercibido la fealdad, ahí esta, odio verme en el espejo, incluso, en danza, me pongo donde termina el espejo, donde al frente tengo la pared, no quiero verme.
Por si no me creen, les dejo mis experiencias sociales, donde las personas resaltan mi fealdad, mi gordura y mi problema de estatura.
Ya con solo 5 años, mis tíos y quien me cruzara por la calle me decía que era una gordita "tierna", obvio, que mas podían decir; mi papa siempre me recuerda que no podía hacerme "upa" porque era muy gordita, y que terminaba con dolores de espalda, pero yo lloraba, porque quería lo mismo que otras nenas y nenes querían, y no entendía que con 5 años ya pesaba 30 kilos, una barbaridad.
En el jardín de infantes, las nenas me volcaban el te encima, me daban sus facturas/pizzas/galletitas, porque "la gorda siempre las aceptaba", y es verdad, nunca decía no a la comida, los chicos me tiraban de las trenzas, y me pellizcaban la panza, a veces jugaba sola, y muchas otras hacía berrinches para no entrar al establecimiento, incluso cuando lo lograban, me quedaba afuera del aula, en una silla, no me percataba de lo que estaba "mal", entonces terminaba ayudando a la directora, hasta que mis padres me vinieran a buscar, y esto para ellos, era gracioso mas que un problema, para ese entonces la palabra Bullying no existía.
Cuando llegue a la primaria las cosas cambiaron, adelgace exageradamente como 10 kilos, tenia estatura normal de mis compañeros, mi pelo era hermoso, sedoso, pesado y envidiable, era callada, pero sobresalía en las materias, pero no era la favorita de los maestros, mas bien, todos se olvidaban mi nombre y apellido, incluso mis actuales amigas no recuerdan mi cara en la primaria, es que si no estabas con "las populares", Oh querida boluda, no eras nada", y si, admiraba a las poputonas, porque hablaban de chicos, tenían noviecitos, eran lindas, inteligentes, las preferidas de la seño, tenían los mejores papeles en las obras del colegio, y yo...bueno, era esa la cual todos le eran indiferentes, e incluso, ni siquiera me invitaban a sus cumpleaños. Por mas buenas cualidades que tuviera, parecía que nunca iba a ser suficiente para nada. Ni siquiera sabia defenderme, solo sabia llorar.
Bueno, yendo al tema, una de las cosas que jamas voy a olvidar, a mi durante la primaria, me gustaba un chico, Gustavo, no se bien que le vi, siempre fue un idiota, tal vez fue su cara de "niño dulce", en fin, en 5° grado de primaria, yo seguía pesando como una nena delgada de 11 años, y mi estatura era la típica de la edad, pero mi pelo ya no era el mismo, todo porque un peluquero de mierda, arruino mi pelo con una cuchilla, y ahora era un nido de paja asqueroso, totalmente inmanejable esta mierda que tengo por pelo, en cambio, el era el punto de todas las chicas, todas gustaban de el (por todas me refiero a las populares y divinas, jaja, si, como en la telenovela juvenil), y todas querían saber si el chico gustaba de ellas, entonces, entre boca y boca, entré al juego, llegó a su oído que "Micaela Medina gustaba de vos, saldrías con ella?", JA, muy ilusa, tenia la esperanza que diga "Si, es hermosa y muy inteligente y delgada" pero no, su respuesta me llevo a la total miseria, y horas y días de llantos, y hasta ahora, sigue doliendo, "No! Es fea, ni en pedo", y las muy malditas de mis compañeras, se tentaron ante ese comentario, y no pasaron ni 5 minutos que llego a mi, y ya lo sabían todos, mi única amiga allí, me abrazo y me dijo "no le hagas caso" pero ya era tarde para mi, me estaba destrozando el autoestima, para ese entonces, ni siquiera existía esa palabra para mi, llegue a mi cuarto, me encerré, y no podía parar de llorar, mi mama hizo lo posible para que parara, pero no lo logro, ya no sabia como detener el sentimiento, de vergüenza, humillación, dolor, un corazón roto, ademas, de que mi abuela ya no estaba para consolarme, y al recordar eso, rompí en un llanto peor, recordé que ella se había ido, era la única que me quería tal y como era, la necesitaba y ya no estaba, solo ella podría calmarme, así que esa noche, me puse a escribir una vez mas, para descargarme, no podía sacar de mi cabeza los momentos con mi abuela, quería volver a verla, quería estar con ella para siempre, pero no sabia como...hasta que mi lápiz se rompió, le iba a sacar punta, cuando presto atención a mi acción, observo el sacapuntas, como gira el lápiz, y corta, corta una madera, al ras, corta una mina, corta, no se porque, pero el filo metálico me llamo la atención, así que a mi cabeza vino lo que yo llamo, mi perdición. Busque por todos lados un cuchillo o un destornillador, cuando encontré uno entre las herramientas de mi viejo, saque el tornillo y ahí estaba el cortante, lejos del resto de la herramienta escolar, pero iba a cumplir la misma función, cortar, lo acerque a mi piel, y presione fuerte, como si sacara todo mi oído allí, en realidad, aprendí a sacar mi odio y dolor así, esperaba que me doliera, que ardiera, y que tire esa cosa lejos de mi por siempre (hubiese preferido esto), pero no...al contrario, sentí placer, había dejado de llorar, me sentía tranquila, y lo seguí haciendo, y no podía parar, veía correr la sangre y era un placer violentamente único, después de eso, limpie el desastre, y me acosté a dormir, sentir las cicatrices era enfermizamente bello y tranquilizante, no lo culpo a el por esto, a veces pienso que cortarme es mi calmante a falta de mi abuela, si ella hubiese estado, tal vez no me hubiese tirado a la mierda.
Bueno, me fui demasiado del tema, así que siguiendo con las experiencias de "La Fea", llega el turno de brillar de la época de la secundaria, pubertad, adolescencia, besos, caricias y demás porquerías. Estoy segura que es mas que normal que durante la edad de transición a la secundaria, surjan las inseguridades, porque estamos formándonos corporalmente, hormonalmente y psicologicamente, bien, para este entonces, resumiendo, yo tenia el autoestima destruido, me cortaba a mas no poder, mi pelo seguía siendo un desastre, y lo peor, había comenzado a engordar, mis hormonas me hicieron "crecer" circularmente, tenia hambre todo el tiempo, y ni les cuento cuando me venia, mis compañeras adelgazaban y crecían hacia arriba, yo crecía hacia los costados, y ahí me estanque en mi metro casi cincuenta, así que técnicamente era un sapo, entonces comencé a compararme tanto que decidí cambiar, porque llorando, comparándome y cortándome no iba a hacer nada, así que decidí adelgazar, ejercicio ya hacia, desde pequeña hacia danzas y gimnasia artística, ese fue un punto a favor, el problema era la comida, entonces empece a negarme a comer demasiado, pero seguía sin ver resultados, ahí fue donde definitivamente decidí dejar de comer, pero ERA IMPOSIBLE, en mi casa tenia que comer, sino seria raro, y entonces conocí el vomito después de comer, y tristemente orgullosa, adelgace de 60k, a 50 kilos (actualmente 43k), ya no era gorda, pero así y todo, me seguía sintiendo auto-insuficiente. En contexto de la secundaria, había cambiado mis amistades, era mejor amiga de una de las populares, pero al juntarse conmigo perdió su popularidad, y bueno, eso pasa porque soy una nada, no? y afecta a mi entorno, entonces, tuve mas problemas con los chicos...y las chicas, si, Gustavo simplemente era un chico mas, me daba igual, pensaba lo mismo que todos, que era fea, ya lo sabia, pero para los 14 años, yo besaba chicos, besaba chicas, era una puta del colegio, de las redes, me regalaba, porque obvio, no valía nada, y en el colegio corrían rumores, un sábado en un 15, había besado a un chico, uno de Los Masters de la facha, podría decirse (en realidad, era un asco), y en la semana, sus amigos y compañeros se reían de el, por "haberse comido al bicho del colegio" A.K.A Yo. Ese fue otro golpe duro para mi, pero esta vez no llore, solo me hice la desinteresada del tema, y decía "Ja, el tampoco es un 10", pero tuvo el poder para que todos me conocieran como el bicho.
Y en contexto amoroso, después de su dicho, caí totalmente en que Gustavo era un asco de persona, y ya no sentía nada por el, no sentía nada por nadie, hasta que conocí a ella, mi nueva mejor amiga, y luego se convertiría en mi gran GRAN amor. A los 15 años, ella se entero de esto, y obvio, me dijo que me quería, pero solo como amiga, y otra vez mas, lo relacione con mi carencia de belleza, pero le hice saber que estaba bien, que yo estaba bien, pero fueron 5 años de sufrimiento, porque ella no sentía lo mismo, porque tal vez yo nunca seria suficiente para ella, si ni siquiera era suficiente para mi, no es su culpa, yo tampoco gustaría de mi, una enferma, bulimica y fracasada.
En ese tiempo, yo había adelgazado, pero seguía gorda, chiquita, pelo espeluznante, y FEA increiblemente fea. Ya había creado mi monstruo, La Fea, esa es Daiana.
Pero no culpo a nadie de ello, mas que a mi misma por no tener el valor de crear mi fortaleza, por las malas elecciones, por ser tan insegura.