En estos momentos es en los que desearía poner un arma en mi cabeza solo para que el plomo explote en mi cabeza para derrumbar todos mis pensamientos que convierten cada respuesta e indiferencia una agonía diaria. Tal vez lo entiendes, es ese momento en el que los monstruitos de la auto destrucción van tirando mas y mas de ti, hasta el momento en que te das cuenta que las navajas una vez mas, se acercaron peligrosas a la piel, y dividió el material corporal, para que de allí brote el jugo de las desgracias. Cuando todo esta hecho en vos, te miras, sintiendote la cara de la decepción, y con tal descaro tocas tus heridas, lamentablemente, sientes satisfacción al sentirlas ahí, pero caes que nunca dejaste de ser esa porquería incapacitada para salir adelante, y te das cuenta, no existen los monstruitos en tu cabeza, porque el monstruo sos vos mismo, nunca dejas de ser el animal, sólo que sabes desdibujar tu ser en ojos ajenos. Siendo un dulce coldero para ti, pero soy una pecaminosa bestia, un demonio, el alma en pena que perdió su cuerpo en un precipicio.
Quiero ver que corra sangre, pero mi propia sangre, sacrifico mi cuerpo, derramo mi liquido espeso, para el perdón de mis pecados.
Felices Pascuas, La auto destrucción resucito en mi, el paso de la muerte a la vida...bueno, de mi vida a mi muerte, el infierno volvió...
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